ESCUELA DE PERRITOS

Francisco Gabilondo Soler
(Foxtrot, 1936)

 

En el viejo bosque hay una casita.

Si vas allá, te has de asomar

y por la ventana, en el interior,

verás muchos perritos con su profesor.

Don Pimpirulando los está enseñando.

Los perritos quieren aprender;

paran las orejas y menean los rabos

y se aplican mucho a leer.

“Si pongo una eme, después una a

y luego las repito, dirá mamá”.

Se rieron los perritos de la facilidad

y todos ellos deletrearon:

“¡au… au… au… au… au!”

En el viejo bosque hay una casita.

Si vas allá, te has de asomar

y por la ventana, en el interior,

verás muchos perritos con su profesor.

Don Pimpirulando los está enseñando.

Los perritos quieren aprender;

paran las orejas y menean los rabos

y se aplican mucho a leer.

“Si pongo una pe, después una a

y luego las repito, dirá papá”.

Se rieron los perritos de tal facilidad

y todos ellos deletrearon:

“¡au… au… au… au… au!”