EL VENADITO

Francisco Gabilondo Soler
(Danza, 1950)

 

Cuando el venadito baja
a beber del manantial,
siempre ve otro venadito
que dentro del agua está.

En ese remanso claro,
en el terso espejo aquel,
ve que el venadito abajo
es en todo igual a él.

“Salte del agua,
ven a jugar,
vamos al llano
a corretear.

Quiero saber si me ganas,
cuando te de la señal.
Ponte muy listo
para correr…
¡Uno, dos y … tres!”

Pero la imagen del agua
ni le habla,
ni lo intenta seguir;
y el venadito,
siempre solito,
se va de allí.