EL MARINERO

Francisco Gabilondo Soler
(Vals, 1935)

 

Un marinero de pelo cano,
como la espuma blanca del mar,
todas las tardes en este banco
su vieja pipa viene a fumar.

Quema el tabaco, y uno por uno
de aquellos días vuelve a pasar,
con la sirena de trenzas de humo
que en el pasado lo hace soñar.

¿Recuerdas, marinero,
tu barquito en el mar de la China,
que saltaba muy ligero
en las olas, como golondrina?

¿Y recuerdas, marinero,
la sonrisa de aquellas princesas
que salvaste de la gruta
del dragón de quinientas cabezas?

¡Toma tu pipa y ponte a fumar,
mientras te canta la brisa del mar!

¡Toma tu pipa y ponte a fumar,
mientras te canta la brisa del mar!

¿Recuerdas, marinero,
el país de los bosques gigantes
en los cuales la yerbita
es del alto de los elefantes?

¿Y recuerdas, marinero,
la gran isla del fiero pirata
y sus playas adornadas
con diamantes, con oro y con plata?

¡Toma tu pipa y ponte a fumar,
mientras te canta la brisa del mar!

¡Toma tu pipa y ponte a fumar,
mientras te canta la brisa del mar!