EL CONEJITO ENFERMO

(Primera versión)

Francisco Gabilondo Soler
(Fantasía con combinación de vals y foxtrot, 1936)

 

A la hora en que la luna

se asoma tras el tejado,

inclinada sobre la cuna,

la coneja está con cuidado.

Su conejito se siente enfermito,

¡Ay, chiquito, pobre de ti!

La barriguita le duele al conejo,

porque en la tarde comió perejil.

Doña Coneja estaba perpleja

y a su otro hijito dijo por fin:

“Ponte aunque sea el sombrero

y corre ligero

para ir a comprar

cinco de linimento

y no pierdas tiempo

para regresar.

Vete a la botica,

tócales la puerta,

dile al boticario,

por favor,

que despache pronto,

el mejor remedio

para barriguitas

con dolor.

Ponte aunque sea el sombrero

y corre ligero,

para ir a comprar

cinco de linimento

y no pierdas tiempo

para regresar”.

A la hora en que la luna

se asoma tras el tejado,

inclinada sobre la cuna,

la coneja está con cuidado.

Su conejito se siente enfermito,

¡Ay, chiquito, pobre de ti!

La barriguita le duele al conejo,

porque en la tarde comió perejil.

Doña Coneja estaba perpleja

y a su otro hijito dijo por fin:

“Ponte aunque sea el sombrero

y corre ligero,

para ir a comprar

cinco de linimento

y no pierdas tiempo

para regresar.

Vete a la botica,

tócales la puerta,

dile al boticario,

por favor,

que despache pronto,

el mejor remedio

para barriguitas

con dolor.

Ponte aunque sea el sombrero

y corre ligero,

para ir a comprar

cinco de linimento

y no pierdas tiempo

para regresar”.