EL COMAL Y LA OLLA
Francisco Gabilondo Soler
(Corrido, 1945)
(Corrido, 1945)
El comal le dijo a la olla:
“Oye, olla,
oye, oye,
si te has creido que yo soy recargadera,
¡búscate otro que te apoye!”
Y la olla se volvió hacia el primero:
“¡Peladote!
¡Majadero!
¡Es que estoy en el hervor de los frijoles
y ni ánimas que deje para asté todo el brasero!
El comal a la olla le dijo:
“Cuando cruja,
¡no arrempuje!
¡Con sus tiznes me ha estropeado ya de fijo
la elegancia que yo truje!
Y la olla por poquito se desmaya:
“¡Presumido!
¡Vaya, vaya!
¡Lo trajeron de la plaza percudido
y ni ánimas que diga que es galán de la pantalla!
El comal le dijo a la olla:
“¡No se arrime!
¡Fuchi, fuchi!
Se lo he dicho a mañana, tarde y noche
y no hay modo que me escuche”.
Mas la otra replicó metiendo bulla:
“¡Ay, rascuache!
¡No me juya!
¡Si lo agarro lo convierto en tepalcates
y ni ánimas que grite pa´ que venga la patrulla!”